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LAS GUARDIAS MORISCAS DE JUAN II y ENRIQUE IV.

"Ibase extendiendo de día en día la ignominia, y cada falta producía

innumerables errores: la osadía vino al cabo a considerarse fortaleza;

aumentóse el sequito de moros: sus trajes alcanzaron tal aceptación que al rey

era mas grato el que mejor los imitaba; los caballos berberíes o granadinos,

como mas aptos para las justas, aunque menos útiles para los combates formales,

se preferían a los nuestros, de mayor talla y resistencia."

Alonso de Palencia, sobre las costumbres de Enrique IV.

ANTECEDENTES.

En Castilla, las guardias moriscas configuraron bajo Juan II y Enrique IV una unidad militar muy exótica y mezcla de tácticas y panoplias de Oriente y Occidente que aún hoy se desconoce.

Ana Echevarría considera dos precedentes de la guardia morisca: Por un lado, la guardia de 15 "jenets" o jinetes de Alfonso III de Aragón (finales siglo XIII) y por otro lado, la guardia palatina configurada por elches o conversos al Islam de origen cristiano creada por Muhammad V de Granada en 1375 y proseguida por sus descendientes.

Los mudéjares en territorio cristiano también formaron milicias, como fue el caso de los 70 caballeros y 500 peones mudéjares que formaban parte de las tropas abulenses de Alfonso X que luchaban contra las aragonesas de Jaime I.

En la Castilla de Pedro I, había un contingente de cientos de jinetes nazaríes enviados por Muhammad V de Granada y comandados por Farax ben Redwán en virtud de los tratados de amistad. Estas tropas participaron junto al rey castellano en la Guerra de los Dos Pedros. Otro contingente nazarí ayudó a Pedro I en Nájera y sobretodo, destacar los 1500 jinetes granadinos que ayudaron a Pedro I en la postrera Batalla de Montiel (1369).

Si participaban contra otros reinos cristianos su ayuda era bienvenida, pero no tanto a la hora de luchar en la frontera con Granada. Durante las Guerras de Granada, los mudéjares sevillanos exponen sus quejas a los Reyes Católicos al no permitirseles luchar con las milicias concejiles pero sí a cambio, les someten a duros impuestos fiscales.

La "Crónica del Halconero", una de las fuentes importantes del reinado de Juan II, comenta que cuando Juan II de Navarra y Aragón quiso atacar Cuenca en 1449 llevaba entre sus huestes "moros" que no sabemos si eran mudéjares o reclutados como mercenarios en el reino nazarí de Granada o reclutados como mercenarios en Al Andalus y Magreb o ya era la propia guardia morisca en sí.

SIGLO XV Y RECONQUISTA: La época de las influencias mutuas cristiano-nazaríes.

A mediados del siglo XV y hasta la Guerra de Granada, la organización militar de Castilla estaba formada por una estructura de origen feudal (mesnadas de nobles y alto clero,milicias concejiles, etc...) pero con algunos elementos particularmente que diferenciaba a este ejército juanista y enriquista del resto de Europa.

Una de las diferencias respecto de Europa es la influencia de las necesidades militares que planteaba la Reconquista y las modas del momento; por ejemplo la nazarí y mudejar de la que Juan II, Enrique IV o cortesanos suyos como el Condestable de Iranzo eran apasionados seguidores y que justifica perfectamente las criticas que hace Alonso de Palencia en el texto que arriba citamos.

La Reconquista supuso para Castilla la adopción de tácticas y panoplias militares de origen musulmán nazarí para poder combatir al enemigo de igual a igual. Esto se inició especialmente tras la llamada Batalla de La Higueruela (1431).

Por ejemplo, esta arabización se ve en las unidades de caballería; a diferencia de Europa donde predominaba la caballería pesada, en Castilla (y Aragón) se prefirió la llamada caballería ligera.

Es verdad que durante siglos y en esta época los reinos cristianos de la Península tuvieron tradicionalmente una caballería pesada, que en centurias atrás fueron incluso imitadas por los musulmanes (como explica Ibn Hudayl), pero desde el siglo XIV realmente la unidad militar que jugaba un papel decisivo en las batallas y especialmente en la Frontera cristiano-nazarí e incluso en las guerras fronterizas entre reinos cristianos, fue la caballería ligera.

La caballería ligera la formaban unidades con pocas defensas corporales, a lo sumo con un yelmo (capacete y gorjal normamente), hombreras, gambesón, cota de malla y/o brigandina que solían llevar un escudo musulmán llamado adarga.La adarga es el escudo con forma de riñon o acorazonado muy usado en la Granada nazarí, que comienza a verse allá por finales del siglo XIV en Castilla y que en Castilla coge los colores heráldicos de verde y rojo. Como armas llevarían la espada jineta, espada recta nazarí o excepcionalmente, un alfanje.

Otra influencia seria el uso de protecciones y elementos de cuero hervido, un material trabajado muy hábilmente por artesanos nazaríes y mudéjares, aunque conforme fue avanzando el siglo XV estas se sustituyeron por las protecciones de metal góticas cristianas de esta época.

La monta era "a la morisca" o en silla jineta y no se llevaba protecciones en las piernas o a lo sumo muy simples y en los pies calzaban borceguíes y espuelas de tipo andalusí. Este tipo de monta era el ideal para el uso de técnicas árabes de combate como el llamado "tornafuye" (huida simulada para luego retroceder y enfrentarse sobre los que persiguen al ejército) debido a la ligereza que proporcionaba al caballo. Se dice que fue inventada por las tribus bereberes Zenetas del norte de África. De ahí que se les llame también "jinetes"(< zenetas) en las fuentes castellanas.

De la misma manera que se ven influencias musulmanas en los ejércitos cristianos, tenemos el caso contrario, las cristianas en un contexto árabe, donde vemos piezas cristianas de importación tuneadas al gusto nazarí. Una zona importante de comercio e importación de piezas de armadura era Valencia, a donde llegaban piezas procedentes de Italia (Milán principalmente, de ahí las "armaduras milanesas") que podían ser redistribuidas a Granada o al resto de los

reinos peninsulares.

¿QUIÉN ERA QUIEN EN LA "GUARDIA MORISCA"?

Por último, sobre el ejército real: no hubo un ejército profesional masivo como tal hasta mediados del siglo XV y pocas eran las unidades de caballería e infantería que cobraban un sueldo por cuenta de la Corona.

A destacar en esta época en Castilla: Los monteros de Espinosa (48, desde la época de Alfonso XI), ballesteros y monteros de a caballo y a pie (en época de Enrique IV, sólo unas decenas), ballesteros de maza que acompañaban a la Cámara Real, los jóvenes cortesanos o "donceles" (recordemos al Doncel de Sigüenza) que serían como los aprendices de caballero, y por último a donde queríamos llegar: La Guardia Morisca de la que aparece ya un esbozo de unidad militar en época de Pedro I el Cruel y que se organiza oficialmente bajo Juan II y sobre todo con Enrique IV.

Estas unidades tenían en común su origen islámico llegado por distintas vías: mudéjares, elches o conversos cristianos al Islam, exiliados nazaríes a menudo de origen Abencerraje y sobretodo por conversos musulmanes al cristianismo. Estos conversos de origen musulmán fueron los que aportaron mayor número de miembros a la Guardia Morisca, como fue el caso de Garcia Ramírez de Jaén que tenía en 1456 a su cargo una unidad de 300 "jinetes" y que participa con Enrique IV en una campaña contra los musulmanes de Granada tal como nos cuenta la crónica de Enríquez del Castillo.

Este cronista y otros como Alonso de Cartagena nos informan de los cargos de esta Guardia Morisca como el de capitán, adalid o almocadén. Se encargaron sobretodo de la defensa del reino cristiano frente al nazarí así como la realización de cabalgadas (razzias) con los llamados en las crónicas "almogávares de caballo" (jinetes).

El hacer estas cabalgadas y hasta un máximo de tres, permitía a estos caballeros moriscos ir ascendiendo en el escalafón militar real. También participaron bajo Juan II como tropas de élite guiadas por Alvaro de Luna al proteger al rey durante "el golpe de Rágama" (9 de Julio de 1443).

Ya por último dos oficios asociados a los moriscos son el de "atabalero" (tambor real) y el de trompetero, que seguían tradiciones musulmanas a la hora de organizar la marcha de un ejercito. Excepcionalmente, fue frecuente ver artilleros de origen "elche", mudéjar o converso de origen musulmán al cristianismo. Un oficio típico fue el de "lombardero" o experto en el manejo de lombardas (artillería bajomedieval).

Muchos de estos nobles de origen converso musulmán acabaron por integrarse en la flor y grana de la nobleza castellana, caso de la familia de caballeros moriscos de los Fernández de Aguilar, que procedían del linaje de un tal Hamid al-Qabrí, Hamed el de Cabra, convertido a mediados de 1440 y que estuvieron al servicio de la reina Isabel, siendo sus descendientes adalides del ejército real antes y durante la Guerra de Granada.

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